1983 DURADA;93 min. DIRECTOR Víctor
Erice GUIÓ Víctor Erice (Història: Adelaida García Morales)
FOTOGRAFIA José Luis Alcaine REPARTIMENT Omero
Antonutti, Sonsoles
Aranguren, Icíar
Bollaín, Lola
Cardona, Rafaela
Aparicio, Germaine
Montero, Aurore
Clement, María
Caro, Francisco
Merino, José
Vivo PRODUCTORA Elías Querejeta P.C. / Chloe Productions PREMIS
1983:
SINOPSIS “La Gaviota” és una casa
amb veleta situada a les afores d'una ciutat del nord d'Espanya. En
ella viuen Agustín, metge i zahorí, la seva dona Julia, mestra
represaliada durant la Guerra Civil, i Estrella, la filla. Estrella
transitarà el camí des de l'infantesa fins l'adolescència
sospitant que hi ha alguna cosa oculta en la vida del seu estimat
pare: una altra dona. A mesura que Estrella va coneixent més, la
vida a “La Gaviota” comença a cambiar.
Comentaris:
El Sur és una autèntica poesia en forma de pel · lícula. Des del principi la llum, evolucionant en temps real, ens desenvolupa el guió. La utopia del sud i la mitificació de la figura paterna des de la infantesa i l'adolescència d'Estrella i la distància d'aquest pare, tancat i solitari ens condueix a una nostàlgia, que li transmet. És veritat que El Sur és una successió de veritables quadres d'una meravellosa estètica, però aquest conjunt perfecte de colors i llum, no és el més important
que em transmet Erice, jo em quedo amb aquest sentiment només possible des dels ulls i el cor de estrella. Quan la vaig veure fa anys és el que m'havia quedat i avui m'ha commogut el mateix.
Paco
-“Para
mí, El sur
será siempre una obra inacabada” (Víctor Erice). Al parecer, por
desacuerdos con el productor Elías Querejeta, la filmación se
interrumpió cuando aún faltaban unas cuantas semanas de rodaje,
precisamente las escenas que se desarrollaban en el Sur, que en la
película aparece como un territorio mítico pero en penumbra. En el
guión original, durante su viaje al Sur, Estrella se enteraba de que
tenía un hermanastro, fruto de la relación de su padre con Laura
(la Irene Ríos de la película), al que acabaría regalando el
péndulo. Quizá éste y otros detalles hubieran sustanciado más el
suicidio de Agustín, que ahora queda un poco difuso e inexplicado.
-Aunque
la vi cuando la estrenaron, me sigue pareciendo una obra
extremadamente sugerente, que incluye muchos temas y subtemas de
interés: el magnífico retrato de la infancia de la protagonista
(como ya ocurría en El
espíritu de la colmena),
su intensa relación con el padre y la desubicación vital de éste,
el péndulo como fuerza y nexo de unión entre ambos, las heridas de
la guerra civil, el papel de la esposa y madre, el cine dentro del
cine, etcétera.
-Me
han fascinado varias escenas. La primera, el baile de Agustín con
Estrella el día de su primera comunión. Se abre con un travelling
hacia atrás para mostrar la mesa de invitados, luego sigue con un
plano del padre y la hija bailando, con un ligero contrapicado para
subrayar la figura del padre, aunque poco a poco la cámara se
equilibra hasta que al final más bien parecen una pareja de
enamorados en plan de igualdad; y se cierra con otro travelling hacia
adelante que nos devuelve al punto de partida. La segunda, la de su
padre ejerciendo de zahorí en el campo, con Estrella como ayudante.
La tercera, el encuentro entre ellos dos en el restaurante, con
Estrella ya adolescente (Icíar Bollaín), que será la última vez
que hablará con él. La cuarta, la conversación que tiene lugar en
la habitación entre Estrella y Milagros (una gran Rafaela Aparicio),
en la que ésta le desvela unos cuantos secretos de la vida de su
padre en el sur, como su malísima relación con el abuelo.
-En
lo que respecta a la maravillosa fotografía, al parecer José Luis
Alcaine quiso destacar los aspectos más tenebristas del norte porque
esperaba contraponerlos a la luminosidad del sur (Sevilla, Carmona),
aunque esta parte no llegó a rodarse. El tratamiento de la luz, con
esos cambios graduales de tonalidad (por ejemplo, al principio de la
película), especialmente poéticos, me ha parecido soberbio.
-También
habría que destacar la música, que puntúa el texto magníficamente:
Ravel, Schubert y varios pasodobles, sin olvidar a Enrique Granados,
cuya Danza española nº
5 se titula
precisamente “Andaluza”.
Ramón
Sol
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