Chong qing sen lin (Chungking
Express) 1994. 103 min
DIRECTOR Wong
Kar-Wai GUIÓN Wong Kar-Wai MÚSICA Frankie Chan, Roel A. García,
Michael Galasso FOTOGRAFIA Christopher Doyle, Wai-keung Lau
REPARTIMENT Brigitte
Lin, Chin
Hsia, Takeshi
Kaneshiro, Tony
Leung Chiu Wai, Faye
Wong
PRODUCTORA Jet Tone Productions
SINOPSIS Dues històries d'amor
independents que es desenvolupen en el popular barri turístic de
Tsimhatsui, a Hong Kong. La primera descriu la fugaç trobada entre
un jove policia en plena crisis amorosa i una misteriosa dona fatal
traficant de drogues. La segona es concentra en el singular romance
entre un solitari i senzill agente de policia i la jove cambrera del
pobre bar on aquell va a menjar.
En "cine con otros ojos"
Wong Kar-Wai
En "Miradas de cine"
-Parece que esta película es la que dio a conocer
internacionalmente a Wong Kar-wai y que sentó las bases de su peculiar manera
de hacer cine. Desde luego, tiene una puesta en escena muy especial, con
bruscas aceleraciones y desaceleraciones, colores chillones, espejos en que se
reflejan los protagonistas, encuadres insólitos y una fotografía de lo más
personal. Me gustaría que Julio nos explicara estos aspectos más técnicos.
-De los dos episodios me quedo con el segundo, que
tiene mayor enjundia. El primero es más de acción, y en algún momento recuerda
al cine negro (con la mujer traficante de cocaína que se oculta tras la peluca
rubia, la gabardina y las gafas de sol), mientras que el segundo, bastante más
lento, tiene aires de comedia romántica y un sentido del humor sui géneris, tanto por parte del policía
que habla con algunos objetos como de la divertida y desenvuelta protagonista
que, como muestra de cariño, va arreglándole el apartamento...
-Destacaría la importancia de la música, sobre todo
en el segundo episodio, con el California
dreamin’ de The Mamas and the Papas y
Dreams de The Cranberries que canta
la propia actriz Faye Wong. Como se ve, todo va de “sueños”, o mejor de ensueños.
Y también de amores y desamores, de encuentros fugaces, desencuentros y
equívocos como el del final de la película: “Te espero en California a las ocho”. Son personajes que en general exteriorizan
poco sus sentimientos: así, en el primer
episodio, el policía 223 dice en un momento: “Para May [la novia que le ha
dejado] no soy muy distinto a una lata de piña”; y en el segundo, el policía
663 comenta después de la inundación de su vivienda: “Esta casa se está
volviendo sentimental”. Y no digamos del policía del primer episodio que hace
footing para eliminar el exceso de agua de su cuerpo… y así no tener lágrimas.
-Me ha resultado una película ligera, lejos del
espesor que tienen obras posteriores como Happy
together (1997), Deseando amar
(2000) o el magnífico episodio La mano
(2004). Parece que se rodó en tres semanas, sin guión previo ─me pregunto cómo
se puede trabajar así─, y quizá por eso tiene esa frescura que te atrapa.
Según he leído, al director esta película le supuso un cierto desahogo, porque
estaba literalmente atascado con el rodaje de Ashes of time.
Ramon Sol
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