domingo, marzo 04, 2012

UN CONDENADO A MUERTE SE HA ESCAPADO

Un condamné à mort s'est échappé;  
DIRECTOR: Robert Bresson; GUIÓ: Robert Bresson (AutobiografIa: André Devigny); REPARTIMENT: François Leterrier,  Roland Monod,  Charles Le Clainche,  Maurice Beerblock,  Jacques Ertaud
FOTOGRAFIA: Léonce-Henri Burel (B&N)
DURADA: 99 minutos

SINOPSI: Abril 1943: Fontaine, un jove de 27 anys membre de la Resistència francesa que lluita contra l'ocupació nazi, és arrestat i conduït a la Gestapo per a ser interrogat...


-Es evidente que Bresson no ha querido hacer una película de suspense. Ahora bien, lo interesante es hasta qué punto nos atrapa lo que podríamos llamar «el suspense del no-suspense», es decir: seguimos la trama con interés aunque desde el mismo título ya sabemos que el prisionero acabará escapando. La maestría de Bresson está justamente en hacernos dudar de que Fontaine realmente lo consiga: ¿se frustrará la huida por la aparición del personaje de Jost?, ¿conseguirán burlar la vigilancia del soldado que va en bicicleta?, ¿se romperá la cuerda que utilizan para la huida?, ¿podrá eliminar al vigilante alemán que está de guardia?, etc. El planteamiento me ha recordado la Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez, en que el título ya aclara que el protagonista morirá, y aun así, gracias a la maestría del escritor, seguimos leyendo la novela hasta el final.

-Me parece que Bresson tampoco ha querido hacer una película «política» sobre la Resistencia francesa. Creo que utiliza como excusa una historia real para ofrecernos una película metafísica o existencial o como queramos llamarla, centrándose en algo mucho más esencial: el ansia de libertad de todo ser humano. Quizá por eso los carceleros aparecen retratados como sombras, como si no fueran figuras de carne y hueso. Y en este sentido, una de las escenas que me parecen más logradas es cuando, tras haber llegado a la azotea junto con Jost, asoma varias veces la cabeza por encima de la cornisa, mientras el viento ―un viento de libertad― va azotándole el cabello. Hasta que, en la última secuencia, consiguen dejar atrás los barrotes del puente que tienen a la derecha (como los barrotes de la celda) para volver a ser nuevamente hombres libres.

Cordialmente,

Ramón Sol
Sobre la direcció d'actors


1 comentario:

Paco Dobaño dijo...

Conocía muy poco la filmografía de Bresson, tal vez dos ó tres películas,aparte de Mouchette, de la época de Arte y Ensayo, y la verdad es que no la he olvidado. El sentimiento de infinita tristeza derivado de este film, nunca lo olvidé.
Me alegro de haber visto "Un condenado...", personalísima manera de explicar esta historia, que como tú decías está contada con sólo el título, incluido su final. Desde la expresión de la cara de su compañero en el coche, pasando por los sonidos, los materiales utilizados para su laboriosa y creible fuga, las caras,acciones que no vemos como la muerte del guardia. Toda la película es la simplicidad narrativa con la utilización intensa de los medios a su alcance, incluyendo sus actores.